«Me convertiré en piloto y jugaré al fútbol con mis amigos». Con esa convicción hablaba Mahmoud Ajjour, de solo nueve años, a la agencia Reuters en septiembre pasado.
Lo hacía desde su nueva casa en Doha, Qatar, donde tuvo que buscar refugio con su familia después de un ataque de Israel sobre su antiguo hogar donde resultó herido: una explosión le amputó un brazo y le mutiló el otro.
Hoy, el rostro de Mahmoud Ajjour y las consecuencias de la guerra sobre su cuerpo están en todos lados. Una fotografía suya, hecha por Samar Abu Elouf, también gazatí, ganó este jueves el World Press Photo, uno de premios más prestigiosos de esta categoría.
En uno de los ataques de Israel a Gaza en diciembre de 2024, un cohete impactó cerca de Mahmoud mientras se alejaba de su hogar con su padre y su madre, según relató.
«Estaba tirado en el suelo, no sabía qué me había golpeado, no sabía que había perdido los brazos», dijo Ajjour a Reuters.
«En el momento en que lo hirieron, Mahmoud le pide a su madre que lo deje y que se lleve a su hermana con ella. Esta atemorizado por sus vidas, por la intensidad del bombardeo, pero su madre rehusó irse y se quedó a su lado hasta que encontró un vehículo estacionado y logró así llevarlo al hospital», cuenta la fotoperiodista Samar Abu Elouf.
Fue operado en Gaza con anestesia limitada, y se despertó de la operación con mucho dolor y sin brazos, según contó su madre.
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En Gaza casi todos los hospitales han sido destruidos y los médicos dicen que a menudo tienen que realizar cirugías sin anestesia ni analgésicos.
Israel inició una operación militar sobre Gaza el 7 de octubre de 2023, en represalia a un ataque de Hamás donde mataron a 1.200 personas y se llevaron a 250 rehenes. Desde entonces, en Gaza han muerto bajo fuego israelí más de 50.000 personas y más de 113.000 han resultado heridas.
Se estima que Gaza es el territorio con más niños amputados per cápita del mundo, según la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNWRA).
Desde el inicio de la guerra, se han hecho varios acuerdos para evacuar a personas con heridas graves y para marzo de 2025 más de 7.000 pacientes han sido evacuados, aunque al menos otros 11.000 aún están a la espera, según la Organización Mundial de la Salud.
Muchos de los evacuados van a Egipto, Jordanía, Turquía o, como en el caso de Mahmoud y su familia, Qatar.
La fotografía
Allí es donde cruzó su destino con Samar Abu Elouf.
La fotoperiodista vive ahora en Doha, en el mismo complejo de apartamentos que Mahmoud, después de tener que ser evacuada en diciembre de 2023, la época en que el niño perdió los brazos.
La gazatí relata el momento en que Mahmoud fue consciente de su nuevo estado: «Cuando se dio cuenta de la situación, que es irreversible, lo primero que le dijo a su madre fue ‘¿Cómo voy a abrazarte ahora? ‘»
Abu Elouf ha forjado vínculos con familias que, como la del propio Mahmoud y ella, han tenido que huir de Gaza.
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La fotoperiodista Samar Abu Elouf, ganadora de los World Press Photo 2025.
«Documentar su historia vino con una gran sensación de fluidez, de facilidad, porque el proceso se convirtió en una especia de ritmo familiar. Empecé a visitar su casa y, a partir de ahí, mi relación con él y su familia realmente comenzó», relata.
También ha documentado a algunos de los pocos gazatíes gravemente heridos que lograron salir para recibir tratamiento.
«Intenté ser lo más diversa posible al seleccionar a las personas lesionadas para fotografiarlas, ya que me encontraba con algunas que habían perdido dos extremidades, otras que habían perdido tres, otras que habían perdido a sus familias enteras, y algunas de esas personas más jóvenes habían perdido un ojo o tenían desfiguraciones faciales. Intenté reflejar estas diversas realidades en mis fotografías al capturar esta historia», cuenta Abu Elouf en un video distribuido por la organización del World Press Photo.
Samar Abu Elouf es fotoperiodista autodidacta y desde 2010 documenta la vida cotidiana, las noticias y los profundos efectos del conflicto en su país con colaboraciones para medio internacionales como The New York Times, Reuters, NZZ o Middle East Eye.
Salir de Gaza, cuenta, no fue una decisión sencilla de tomar.
«Sentí que mi rol como fotoperiodista se había terminado, pero la guerra sigue y yo tenía que seguir buscando algo. Así fue cuando encontré a los refugiados y quise contar su historia».
Los costos de la guerra
El jurado del World Press Photo eligió la instantánea de Mahmoud por hablar «de los costos a largo plazo de la guerra, los silencios que perpetúan la violencia y el papel del periodismo en la exposición de estas realidades».
Aunque la foto, sin duda, impacta, el modo de retratar a Mahmoud, el uso de la luz, la composición, la mirada del niño y su postura, de pie, crea una imagen donde no tiene que exagerar un ápice su condición y le imprime dignidad.
Precisamente, el jurado destacó que sin eludir los impactos físicos de la guerra, la foto «aborda el conflicto y el ser apátrida desde una perspectiva humana».
«Arroja luz sobre los traumas físicos y psicológicos que los civiles se han visto obligados a soportar, y seguirán padeciendo, a causa de la matanza y la guerra a escala industrial», dijeron al dar a conocer el galardón.
También destacaron que el retrato es contemplativo y «plantea preguntas sobre las experiencias que aún le esperan al joven herido, sobre la deshumanización de una región y sobre los incesantes ataques a periodistas en Gaza, junto con la continua negación de acceso a reporteros internacionales que buscan exponer las realidades de esta guerra».
Mahmoud recibió tratamiento médico adecuado en Doha y ahora está aprendiendo a usar los pies para jugar con su teléfono, escribir y abrir puertas. Con su condición, necesita asistencia para cosas tan cotidianas como comer o vestirse.
Aún así, le contaba a Reuters de sus sueños: quiere tener prótesis y vivir como cualquier otro niño.