Por José Odisio
El clima previo pinta para ser hostil. El hincha leproso está enojado, desilusionado, golpeado. La derrota en el Clásico revivió la bronca con la dirigencia, pero también sumó a Fabbiani y al plantel a la hoguera. Y para calmar un poco las aguas, Newell’s deberá demostrar rápido que está de pie.
La Lepra juega desde las 19 un partido de alta tensión. Y el rival es Barracas Central, lo que crispa más los nervios de la gente, que siente -muchas veces con razón- que el equipo del Chiqui Tapia tiene una mirada distinta de parte de los árbitros. Por eso Hernán Mastrangelo y en especial Pablo Dóvalo en el VAR también estarán en el ojo de la tormenta.
Perder con Central fue un golpe duro para Fabbiani. Y tuvo consecuencias inmediatas en la confirmación del equipo. Lollo debe cumplir una fecha por su expulsión; Angelo Martino se fue a Bulgaria; y Luciano Herrera tiene una molestia en el sóleo. Tres titulares menos, para que la complicación no pase sólo por levantar anímicamente al equipo.
La gran duda pasa por la presencia o no de Darío Benedetto. El Pipa jugó unos minutos con Central y aún no está para un partido completo. Pero la necesidad puede ponerlo en cancha, aunque eso supone riesgos que Fabbiani debe evaluar. Si el delantero se resiente, podría quedar afuera del cotejo con Belgrano por Copa Argentina, y eso sí sería un golpe al mentón.
El Ogro analiza jugar con línea de cuatro, con el ingreso de Alejo Tabares. También puede probar línea de cinco con Luca Sosa por Lollo. Todo dependerá de la presencia de Benedetto. Si juega el Pipa, será un esquema 4-4-2 con dos nueves. Si va al banco, la opción del dibujo 3-4-2-1 es posible.
La probable sería con Juan Espínola; Alejo Montero o Mosquera, Fabián Noguera, Victor Cuesta y Alejo Tabares; David Sotelo, Luca Regiardo, Ever Banega y Gonzalo Maroni; Carlos González y Benedetto.