Los dirigentes trabajan para intentar pagarle a Alberto Espínola y así quitarle la sanción que pesa en el organismo del fútbol internacional sobre el club.
El conflicto entre Colón y el paraguayo Alberto Espínola alcanzó esta semana su punto más crítico. Según el informe oficial de la FIFA, el club santafesino quedó inhibido por la deuda con el defensor, quien finalmente hizo uso de su derecho tras el vencimiento del plazo otorgado por el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS).
La sanción impide a Colón inscribir jugadores hasta regularizar la situación, complicando la planificación del próximo mercado de pases. La deuda con Espínola, que incluye sueldos impagos, primas y los intereses fijados en el fallo, asciende a más de 375.000 dólares y 12 millones de pesos, y ya había sido confirmada por el TAS tras desestimar la apelación del club.
Estrategias financieras en marcha
Ante este escenario, la dirigencia encabezada por Víctor Godano analiza varias alternativas para levantar la inhibición:
Crédito bancario en dólares: Colón sigue gestionando un préstamo en una entidad financiera local. A pesar del contexto positivo de los mercados tras la victoria de Libertad Avanza en las recientes elecciones legislativas, hasta el momento no hay confirmación sobre la aprobación del crédito.
Cobros pendientes de transferencias: Otra salida podría darse con el ingreso de dinero que el club aún no percibió. En este sentido, se estudia la posible recepción de pagos por Leonel Picco, que Platense todavía no abonó, y por Alan Forneris, cuya transferencia desde Racing generaría un ingreso que, por ahora, no es exigible luego de varios pagos efectivizados.
Acuerdo directo con el jugador: En paralelo, la dirigencia retomó las gestiones con el entorno de Espínola para alcanzar un acuerdo de pago que permita levantar la inhibición antes del inicio de la pretemporada y sin que el club tenga que esperar mayores complicaciones legales.
Contexto interno y deportivo
Fuentes internas del club reconocen que la prioridad es destrabar la situación lo antes posible, ya que la sanción afecta directamente la estrategia deportiva y la posibilidad de reforzar el plantel que proyecta Ezequiel Medrán. Además, el cierre de año se presenta complejo, con las elecciones del 30 de noviembre y un escenario económico adverso que tensiona las decisiones financieras de la comisión directiva.
En Santa Fe, la sensación es clara: Colón no puede permitirse otro traspié fuera de la cancha, y todas las miradas están puestas en resolver el conflicto antes de que impacte en la planificación del próximo torneo.
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