A poco más de dos meses de las elecciones nacionales, el oficialismo liderado por Javier Milei apunta a reforzar su representación en la Cámara de Diputados y el Senado. La necesidad de ampliar su base legislativa surge de la dificultad de implementar reformas profundas en materia previsional, impositiva y laboral sin acuerdos con la oposición.
En el último tiempo, varios proyectos de refuerzo social impulsados por el Ejecutivo -como aumentos adicionales para jubilados, la vuelta de la moratoria y la ley de emergencia en discapacidad- fueron vetados para mantener el superávit fiscal, su principal objetivo macroeconómico.
El oficialismo sostiene que, sin ampliar su presencia legislativa, se mantendrá el estancamiento actual en la gestión de reformas estructurales. Por eso, las elecciones legislativas de octubre se consideran clave para la estrategia política de Milei.
Encuestas nacionales y proyecciones preliminares
Los últimos relevamientos muestran una ventaja de La Libertad Avanza sobre el peronismo agrupado en Fuerza Patria. Además, la alianza con el PRO en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires refuerza el posicionamiento del espacio liberal.
Sin embargo, quedan más de dos meses hasta el 26 de octubre, fecha en la que se definirán los nuevos equilibrios de poder en el Congreso, y durante este período podrían registrarse cambios en la intención de voto.
Antes de los comicios nacionales, la Provincia de Buenos Aires realizará elecciones desdobladas el 7 de septiembre para renovar la Legislatura provincial. Este distrito, con un padrón superior a 13 millones de votantes, es considerado determinante en la configuración del poder legislativo nacional.
La consultora Rubikon Intel realizó un relevamiento entre el 30 de julio y el 2 de agosto sobre 10.370 individuos de las ocho secciones electorales. Los resultados muestran diferencias marcadas entre la percepción de la gestión nacional y la provincial.
Percepción de gestión: Milei vs. Kicillof
Según la encuesta, el 36% de los consultados considera que la gestión de Milei va en la dirección correcta, mientras que solo el 24% opina lo mismo sobre el gobierno de Axel Kicillof en Buenos Aires.
En el otro extremo, un 36,5% cree que la gestión nacional va en la dirección incorrecta, y un 46,5% opina igual sobre la provincial. Un 21,5% y un 23,14% de los encuestados, respectivamente, consideró que el rumbo de ambos gobiernos «ni va bien ni va mal».
En cuanto a imagen personal, Milei registra un 40,2% de aprobación sobre su dirección, un 18,1% considera su gestión neutra y otro 40,2% la califica de negativa. Kicillof obtiene un 26,4% de aprobación, 19,2% neutro y 51,7% de desaprobación.
Apoyo partidario y representatividad
El estudio también abordó la percepción de representatividad política. La Libertad Avanza aparece como la fuerza con mayor identificación, con un 26,9%. Le sigue «No me siento representado» con 23,6% y Fuerza Patria con 20,7%. Otros espacios, como el peronismo no kirchnerista, el PRO y el Frente de Izquierda, registran niveles inferiores.
Esta tendencia se refleja en la intención de voto. La Libertad Avanza lidera con un 31% de voto decidido y 37,2% de voto probable, incluyendo indecisos que podrían inclinarse por este espacio. Fuerza Patria alcanza 23% en voto decidido y 27,5% en probable. Otros partidos y opciones suman porcentajes menores.
El desafío de los indecisos
La alta proporción de votantes indecisos, que llega a 18,1% en voto decidido y 3,1% en probable, subraya la relevancia de la campaña política en las próximas semanas. La capacidad de los espacios políticos para convencer a este grupo podría definir los resultados en la provincia y, por extensión, afectar la configuración del Congreso nacional.
La disputa en Buenos Aires también sirve como indicador de la fuerza relativa de los principales actores de cara a octubre, ofreciendo un primer panorama del apoyo social hacia las políticas y reformas propuestas por el oficialismo.