jueves, agosto 7, 2025

San Cayetano: cuatro cuadras de cola y el pedido que se repite entre los fieles

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Cuatro cuadras de cola en una tradición que cada año se renueva: la celebración de San Cayetano, el santo del trabajo, que convoca a quienes van a pedir porque no lo tienen y a agradecer a quienes sí.

Para las 12 está prevista la habitual misa que dará el arzobispo porteño, Jorge García Cuerva, pero ya desde los días previos hubo fieles acampando para poder tocar la imagen cuando se abrieron las puertas del santuario, este jueves a la medianoche.

Y el desfile fue incesante durante toda la mañana y se espera que siga así el resto del día. Entre los testimonios que recogió Clarín, el pedido que más se repetía es el de la salud y el del trabajo.

“Vengo a pedir salud. Soy epiléptico y cobro una pensión. La plata me alcanza hasta ahí. Y además por mi condición no puedo trabajar”, contó Mario, de Ituzaingó. Beatriz llegó desde Moreno para pedir por su nieta de 16 años, que tiene cáncer. “Gracias a Dios a mí no me falta nada. Pero también me gustaría pedir por todos los que no tienen trabajo y la están pasando mal”, dijo.

Mario, uno de los fieles que fue a pedir salud. Foto Guillermo Rodríguez Adami

Celina, de Grand Bourg, también llevó en sus plegarias la salud. Pero en su caso, para agradecer “por el trabajo y la salud de mis hijos. Y a pedir por todos los que no tienen trabajo. Yo soy jubilada por la mínima. Me gustaría pedirle al presidente que piense más en nosotros”.

También fue a agradecer Rafael, otro jubilado de Isidro Casanova. “Me vine de Cordoba en el 74 y conseguí trabajo en una fábrica de alambre. Y me jubile ahí. Tengo 80 años. Ahora soy jubilado y por suerte la jubilación me alcanza. Vengo todos los años”, apuntó.

Rafael, jubilado, le agradece al santo. Foto Guillermo Rodríguez Adami

El pedido de trabajo es otra constante año a año en San Cayetano. Carlos Manuel llegó de Santa Fe. Trabaja como transportista en una empresa lechera en esa provincia. “Donde estoy se rumorea que nos van a despedir y me gustaría conseguir otra cosa. Eso vengo a pedir”, expresó.

Carlos Manuel viajó desde Santa Fe. Foto Guillermo Rodríguez Adami

Pablo, de 31 años, vino desde mucho más cerca, Caballito, con la misma plegaria para el santo: “Estaba laburando en una fábrica de calzados, pero dejaron de vender y a mí me suspendieron. Estoy así hace un par de semanas. Estoy buscando, pero es muy difícil conseguir algo nuevo. La cosa está muy jodida”.

Pablo, de Caballito, pidió trabajo. Foto Guillermo Rodríguez Adami

Los vendedores ambulantes son otro termómetro de la situación que cada 7 de agosto refleja San Cayetano. Miguel, que vino de Chajarí, Entre Ríos, aclara que no cree en los santos porque es evangelista. “Yo me las rebusco para laburar. Pero entiendo a la gente que viene a pedir trabajo. La situación está muy difícil con este gobierno. Antes un vendedor ambulante podía ganar bien, más que un empleado. Pero ahora la gente no tiene plata y no compra”, apuntó.

Beatriz fue a pedir por la salud de su nieta. Foto Guillermo Rodríguez Adami

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