La dirigente social – y fundadora del comedor de Los Piletones -, Margarita Barrientos, se refirió a la creciente demanda en los comedores y analizó que en la actualidad «la gente no llega a fin de mes». Las palabras de la militante llegan en medio del debate que se originó a raíz del discurso del presidente, Javier Milei, durante un evento de la Fundación Faro, el think thank oficialista que dirige el libertario Agustín Laje.
En detalle, en su discurso el líder libertario defendió los vetos – contra el aumento de las jubilaciones, la moratoria previsional y la declaración de emergencia en Discapacidad – y apuntó contra la oposición por sus críticas. «No digan que ahora no se llega a fin de mes. Si fuera cierto, ustedes tendrían que caminar por la calle y estaría llena de cadáveres«, sentenció.
Margarita Barrientos denunció que la gente «no llega a fin de mes»
Luego de la polémica frase de Milei, Barrientos retrató la realidad que viven en Los Piletones. “La gente concurre a los comedores, hace cola en los hospitales, las farmacias, para conseguir medicamentos. La gente no llega a fin de mes, lo digo yo porque lo vivimos diariamente“, sostuvo.
“Si no aumentan los sueldos, ¿cómo va a llegar a fin de mes? Un abuelo no llega ni siquiera a una semana. Hay que conocer la realidad para analizar que la gente no llega, menos con los sueldos que tienen», agregó al ser consultada por los dichos del Presidente.
En este escenario, Barrientos explicó que su organización alimenta alrededor de 9 mil personas de manera diaria: «Algunas veces son más o menos, pero se mantiene un número muy estable”.
La relación entre los comedores y el Gobierno -con intervención directa del Ministerio de Capital Humano, conducido por Sandra Pettovello- está caracterizada por constantes roces. En la actualidad, la dirigente social afirmó que hoy en día existen «muchos problemas» en dichos establecimientos, muchos de ellos relacionados con la falta de alimentos: «No llega todavía el subsidio, dicen que a partir del 18 de este mes vamos a tener noticias”.
La defensa de Javier Milei sobre los vetos y su análisis sobre la economía
Luego de firmar los vetos a las leyes de moratoria previsional, aumento a jubilados y emergencia en Discapacidad, el presidente Javier Milei participó del acto de cierre de un evento organizado por la Fundación Faro, el think tank oficialista liderado por Agustín Laje. Durante su intervención, el mandatario defendió su decisión y criticó con dureza a la oposición.
«Los que tanto reclaman por las jubilaciones son los mismos que en su momento vetaron el aumento y dijeron que se estaba declarando la quiebra del Estado», lanzó Milei, en alusión directa al kirchnerismo, y recordó que en 2010 la entonces presidenta Cristina Kirchner vetó la aplicación del 82% móvil. «Dejaron las jubilaciones en u$s80 y ahora están en u$s320, se multiplicaron por cuatro», afirmó.
JAVIER MILEI FUNDACIÓN FARO
El Presidente defendió su gestión y ratificó públicamente sus vetos.
Presidencia
En ese mismo tono, también destacó el cambio en el poder adquisitivo de los salarios desde el final del gobierno anterior. “Había salarios de u$s300 y ahora son de u$s1.100, no digan que ahora no se llega a fin de mes», expresó, y cuestionó el discurso opositor: «Está claro que la frase suena interesante para ponerse ‘sensiblero’. Si fuera cierta, ustedes tendrían que caminar por la calle y estaría llena de cadáveres. Es un insulto a quienes hacen un gran esfuerzo para seguir adelante por la vía honesta«.
Milei también apuntó directamente contra la oposición y afirmó: «Los kukas parece que nos hubieran dejado en Suiza y que nosotros generamos una masacre, cuando en realidad los que se consumieron el capital empobreciendo a la gente fueron ellos”.
Al referirse nuevamente a las iniciativas legislativas vetadas, el Presidente sostuvo: «La violación de la restricción de presupuesto o la financian con deuda, es decir con impuesto futuro, condenando a la miseria a las generaciones futuras, como lo que hicieron los demagogos populistas del Congreso, o con emisión monetaria. Así, condenan a la miseria a los más vulnerables, como los adultos mayores. En definitiva, el remedio termina siendo peor que la enfermedad», analizó.