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Luego de que la compañía de automóviles lance una publicidad totalmente apegada a la agenda izquierdista, la empresa tuvo una fuerte baja en sus ventas.
Adrian Mardell, CEO de Jaguar Land Rover, anunció su retiro después de más de 30 años en la compañía. Su salida llega meses después de encabezar una desastrosa campaña de rebranding con un enfoque en lo «woke» que casi quiebra comercialmente a la empresa.
La nueva imagen de la icónica marca británica se basaba en el lema »Copy Nothing» (“No copies nada”) y fue presentada en un video publicitario que no mostró un solo automóvil, centrándose, en cambio, en modelos andróginos con vestimenta llamativa, incluyendo a un hombre con vestido.
Otros lemas del anuncio incluían «create exuberant» (»crea con exuberancia»), »live vivid» (»vive con intensidad»), »delete ordinary» (»elimina lo ordinario») y »break moulds» (»rompe moldes»).
| La Derecha Diario
Una campaña publicitaria desastrosa desde el principio.
El comercial se volvió viral, alcanzando casi 47 millones de visualizaciones en solo 24 horas en la plataforma X, pero fue destrozada por el público. Numerosos usuarios lo compararon con la campaña fallida de Bud Light, acusando a Jaguar de priorizar una agenda de izquierda por encima de la esencia de su producto: los autos de lujo.
Jaguar respondió a la controversia con una declaración a FOX Business en la que defendió la campaña como una «reinvención audaz e imaginativa» de la marca. Afirmaron haber conservado símbolos icónicos mientras daban un «salto dramático hacia adelante» como parte de una transformación más amplia que prometieron seguir revelando.
Sin embargo, el nuevo enfoque creativo de Jaguar no fue más que un desastre rotundo. El lanzamiento de su nuevo vehículo eléctrico fue descrito despectivamente en redes como un «Batimóvil rosa», en referencia a su diseño poco convencional y la estética continuista con el estilo del anuncio.
Aunque Jaguar Land Rover no vinculó oficialmente la salida de Mardell con el comercial, su retiro se produce en un contexto en el que la compañía enfrenta un desafío de imagen y de posicionamiento frente a su audiencia tradicional.
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