La Confederación General del Trabajo (CGT) confirmó que limitará su participación en la movilización del próximo 7 de agosto, convocada bajo la consigna “Paz, Pan, Tierra, Techo y Trabajo”.
Si bien la protesta mantiene como punto de partida la Iglesia de San Cayetano, en Liniers, la central obrera resolvió que su columna principal no realizará el recorrido completoy se concentrará directamente a una cuadra de Plaza de Mayo, en la intersección de Diagonal Sur y Perú.
La decisión, según admitieron referentes gremiales, responde al temor de incidentes durante el trayecto y a las nuevas condiciones de seguridad impuestas por el Gobierno nacional, que les impide cortar las calles sin repercusiones.
| La Derecha Diario
“En algún momento se había planteado marchar desde San Cayetano, pero decidimos concentrarnos en el centro para resguardar a nuestra gente de alguna provocación”, explicó undirigente de la conducción cegetista. En la misma línea, agregó que la resolución fue tomada considerando que “hay algunos sectores marginales como la izquierda que siempre buscan generar conflictos o algún infiltrado de la política que quiere generar caos”.
El análisis interno de la CGT no solo contempló la posibilidad de enfrentamientos con grupos radicalizados, sino también las consecuencias de incumplir el protocolo antipiquetes que rige desde finales de 2023.
Este conjunto de medidas, implementado por el Ministerio de Seguridad, establece que no se puedencortar calles ni rutas, obliga a que las manifestaciones dejen libre al menos un carril de circulación y habilita la intervención de fuerzas federales ante situaciones que obstruyan el tránsito. Además, prevé sanciones penales y económicas contra las organizaciones convocantes por los gastos de logística, un factor que, según fuentes gremiales, pesó en la decisión de acortar el recorrido.
Aun así, varios gremios de peso dentro de la CGT confirmaron que enviarán delegaciones a la Iglesia de Liniers para participar del recorrido completo, entre ellos Camioneros, UOCRA, UPCN, UDA y el sindicato del Vidrio.
| La Derecha Diario
Mientras tanto, el resto de los organizadores mantendrá la movilización original, que partirá a las 8 desde San Cayetano y pasará por Plaza Miserere y el Congreso antes de llegar a Plaza de Mayo. Entre estos se encuentran las dos CTA, la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), movimientos sociales, jubilados y estudiantes, agrupados en el Frente Sindical por la Soberanía, el Trabajo Digno y el Salario Justo.
La marcha, que se realiza desde 2016 en conmemoración de San Cayetano, cobra este año un perfil opositor reforzado con la incorporación de la CGT y otros sectores sindicales. No obstante, la central busca mantener un equilibrio: marcar su disconformidad con el Gobierno sin abandonar los canales de diálogo en el Consejo de Mayo, donde se discuten reformas vinculadas al mercado laboral.
En línea con esta estrategia, los organizadores acordaron evitar cualquier muestra de confrontación directa. En Plaza de Mayo no habrá escenario ni oradores; el acto se limitará a la lectura de un documento consensuado, en un gesto que refleja tanto el clima de tensión como la cautela con la que la CGT encara su participación.
La decisión de la CGT de acortar su recorrido revela que la movilización del 7 de agosto tiene un componente totalmente político más que un reclamo genuino.