sábado, julio 26, 2025

El que las hace las paga?: Bullrich dijo que es persecución política echar a policías bonaerenses que conspiraron con el uniforme

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La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, acusó al gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, de «haber echado» a 24 policías de la Bonaerense como parte de una «persecución política». Y completó con su repetida consigna: dijo que la gestión del peronista está «siempre a favor de los delincuentes». Fue como reacción a la expulsión de la fuerza provincial de los agentes que, de acuerdo a las pruebas recolectadas, integraban un grupo de apoyo al ex comisario Maximiliano Bondarenko, designado candidato a diputado de La Libertad Avanza (LLA) por la Tercera Sección Electoral. El Gobierno bonaerense mostró chats de los uniformados con el candidato, vínculos con la funcionaria nacional y acciones políticas contra intendentes justicialistas mientras estaban en funciones.

Javier Alonso, ministro de Seguridad bonaerense, explicó que la separación de los policías no fue por afinidades políticas sino por delitos: “confabulación” e “intento de golpe institucional” contra el comando de la fuerza de seguridad a la que pertenecían.

Alonso señaló que la investigación del accionar ilegal fue a partir de “una denuncia anónima muy completa, con muchísimos detalles” que llegó a la Dirección de Asuntos Internos de la Policía bonaerense.

Algunos de los desplazados, añadió, son «oficiales destacados de la institución, y en ese grupo también se incluía al candidato (Bondarenko) como policía retirado».

Se constató que los 24 policías cesanteados tienen un grupo de whatsapp llamado «equipo Rocket». En ese chat, según las pruebas, Bondarenko contaba las reuniones que mantenía con Bullrich y les agradecía la información sensible de los movimientos de la fuerza bonaerense que ellos le daban para llevarle a la ministra.

Golpe desde las oficinas policiales

«Utilizaban las oficinas y los elementos del Estado para brindar apoyo a este candidato, pero fundamentalmente para diseñar una serie de medidas urgentes, que los incluían a ellos como nuevos responsables de la institución en lo que sería un golpe al comando institucional”, relató el ministro Alonso en declaraciones radiales.

El funcionario precisó que la maniobra apuntaba a “instalarse ellos y una camada de policías en el comando institucional, pasando a retiro obligatorio a una serie de altos mandos policiales que están en funciones». Y lo relacionó con “un presidente (por Javier Milei) que el algún momento habló de intervenir la provincia».

Denuncia, requisa y pruebas

Alonso repasó la secuencia que derivó en las 24 cesantías. Dijo que, tras recibir la denuncia, el auditor general de la Policía bonaerense «dispuso revisar las dos dependencias más importantes involucradas». Esos procedimientos, agregó, permitieron certificar «que todo lo que decía la denuncia anónima era cierto, y se encontró muchísima documentación y proyectos que no tienen nada que ver con la labor policial«.

El ministro insistió en que las medidas contra los agentes «no tienen nada que ver» con la candidatura libertaria de Bondarenko. Al respecto, recordó que el mismo ex policía «ya fue concejal, se presentó en una elección, pidió autorización y luego licencia, porque está claro que por la Ley Orgánica los integrantes de la Policía no pueden organizarse políticamente».

Lo que sigue: más grave

“Se ordenó la desafectación del personal involucrado, que está en disponibilidad y sometido a investigación, y se realizó la denuncia judicial que corresponde”, refirió el ministro de Seguridad. Y más: adelantó que «la denuncia también incluye cuestiones más graves que deberán corroborarse«. No obstante, no dio detalles del tipo de delitos que podrían incluirse en la causa.

El pedigree del ex comisario: ascensos extraños y varias manchas en su foja

Bondarenko ingresó a la Policía bonaerense el 24 de marzo de 1997 como cadete. En solo ocho años, ascendió de oficial ayudante a comisario inspector.

Su último ascenso registrado fue en 2008. Esa escalada de puestos llamó la atención dentro de la propia fuerza. Según su legajo, pasó por la División Seguridad Presidencial, la Casa de Gobierno, la Jefatura Departamental La Plata y varias unidades de Comandos de Prevención en La Matanza y Moreno. También trabajó en el Centro de Altos Estudios y Especialidades Policiales.

Fuentes policiales mencionadas por el portal LPO señalan que su ascenso no estuvo respaldado por méritos operativos reales. “Lo hizo ascender un amigo. En zonas calientes, no duraba ni nueve meses”, afirmó una de esas fuentes. A pesar de los cuestionamientos internos, lo designaron jefe de zonas sensibles como González Catán, Virrey del Pino y Laferrere, en plena expansión del Comando Sur.

Sanciones y más

Bondarenko acumuló cinco sanciones disciplinarias. Son tres arrestos entre 1999 y 2002 por negligencia en el cumplimiento del deber y desobediencia a superiores, una amonestación en 2003 por impuntualidad y una suspensión de 15 días en 2014 tras un sumario de Asuntos Internos por infracción al artículo 198 del Decreto 1050/09.

Además, fue desafectado temporalmente del servicio en 2012, también por disposición de Asuntos Internos, y luego reincorporado.

En su foja figura un sumario administrativo por presunto hurto automotor iniciado en 2010, que terminó archivado por falta de pruebas.

En política, de Juntos para el Cambio a LLA

Tuvo múltiples licencias, incluyendo una especial sin goce de haberes por un año completo en 2016. Un año después accedió a una reserva de cargo mientras ocupaba su banca de concejal en Florencio Varela (hasta 2021). Después de eso, se alió a la UCR de Facundo Manes, enfrentando sin éxito a Diego Santilli en la interna de Juntos por el Cambio.

Su retorno a la fuerza ocurrió recién en diciembre de 2021. El 10 de abril de 2025, a semanas de consolidar su armado libertario, presentó su baja voluntaria.

Libertario a full, esposa conchabada

Dos meses antes, en febrero de 2025, Bondarenko había sido nombrado coordinador de La Libertad Avanza en Florencio Varela por Sebastián Pareja, uno de los principales armadores de Karina Milei en la provincia. Desde entonces, radicalizó su discurso. Llegó a proponer “militarizar el conurbano”, reformar la Policía e intervenir con la fuerza barrios carenciados.

Hace poco, la esposa del ex comisario, Gisela Da Silva, fue designada al frente de la oficina de Ansés en Florencio Varela, con un salario superior a 3,5 millones de pesos. La decisión fue avalada por Lule Menem y el propio Pareja.

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