miércoles, julio 23, 2025

Emir Abdul, el bailarín de los 37 millones de seguidores, contra los haters que lo acusan de sexualizar a los niños

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Emir Abdul es un coreógrafo y bailarín uruguayo que lleva años destacándose en las redes sociales con videos que son furor. Su cuenta, que es popular en todo el mundo, ya superó los 37 millones de seguidores y no para de crecer. Lo mismo pasa con sus perfiles de Instagram y YouTube, que lograron captar la atención de mega estrellas como Karol G, Daddy Yankee y Farruko.

Pero lejos de usar su fama sólo para su provecho, el bailarín abre las puertas de sus redes a sus miles de alumnos de todas las nacionalidades y las edades para que puedan mostrar allí su talento y abrirse un abanico de oportunidades. Para ello creó la «Clínica & Video Studio», una clase de danza con un giro innovador pensada para la era digital, que lo llevó a 17 países. En paralelo, sigue con sus proyectos personales y se prepara para su debut actoral en una serie de Disney+ que saldrá el próximo año.

En una charla con Clarín, el exjurado de Got Talent Argentina contó cómo son sus clases, cuáles son los consejos claves que le da a los alumnos y cómo hace para seguir adelante a pesar de la hostilidad de los comentarios de sus miles de haters en las redes sociales.

Emir Abdul habló con Clarín de cómo maneja los comentarios de los haters. Foto: Mariana Nedelcu.

-¿Por qué decís que das “clínicas” y no clases de baile?

-Con mi equipo queríamos hacer algo nuevo y no llamarle workshop ni seminario, sino hacer como una experiencia. Le pusimos clínica, porque es el lugar al que uno va para sanarse, y la danza sana. Tengo la misión de despegar la imagen del Emir famoso que ven en los videos y darles todo lo que tengo para que saquen su esencia al 100. Quiero darles las herramientas en danza y en seguridad para que saquen lo mejor de sí mismos.

-¿En qué consiste específicamente una clínica?

-Son casi cuatro horas de evento. Empezamos con una entrada en calor, a cargo de un invitado especial. Después tenemos un show con bailarines locales y recién ahí entro yo para dar la clase. Luego tienen la oportunidad de hacer una audición, donde selecciono nuevos talentos y al final hacemos todos juntos la parte de Video Studio, que es una grabación para mostrar en las redes.

Emir Abdul usa sus redes sociales para darles a sus alumnos la oportunidad de lucirse. Foto: Mariana Nedelcu.

El rol de las redes sociales en la vida del artista moderno

-Cuando te hiciste influencer, ¿buscabas ser famoso?

-Nunca busqué ser famoso. El éxito es diferente para cada uno. Mi idea de éxito siempre fue lograr formar personas para que se convirtieran en grandes bailarines, y tener esa ventana para que nos vieran. No es que yo quería ser famoso y conquistar el mundo. Yo sentía que haciendo pasito a pasito las cosas, con amor, se podía llegar. Pero nunca pensé que esto iba a llegar tan lejos.

Las clínicas de baile de Emir Abdul tienen un enfoque pensado para la era digital. Foto: Mariana Nedelcu.

-¿Les recomendás a tus alumnos que compartan su talento en redes?

-Sí, pero hablo mucho con los adultos, porque los niños no manejan sus redes, para hacerles entender que va a haber mucha gente que no les va a gustar lo que hacen. Es entendible y está bien que a mucha gente no le guste. Es imposible agradar a todos y hay que trabajar el que no te tiene que importar lo que digan las personas que no son de tu círculo. En mi caso, yo siempre trato de sacar lo positivo de los haters y usarlos para aprender.

-Hubo mucha polémica y cuestionamiento por la sexualización de los niños que bailan en las redes. ¿Se te presentaron conflictos con ese tema?

-A mi nunca. Porque tengo mucha conciencia de lo que hago y de cómo lo hago. Mucho tiempo me cuidé y bajé canciones por miedo a que las vayan a bardear. Y después me di cuenta que no tengo nada que ocultar, porque no hice nada malo. Yo lo único que hago es buscar que ellos crezcan. Así que sería hipócrita de mi parte no dejar que bailen ciertos temas que están en tendencia. Además cuando ves quiénes son los que critican, hacen lo mismo o cosas peores.

«Si los padres están viendo como graba el pequeño, cuál es la canción que escuchan y es el tema del momento, no se entiende cuál es el problema. Yo no veo nada de malo, yo veo a un niño bailando, aunque muchos me ataquen diciendo que yo los hago perrear», añadió.

«Yo no veo nada de malo, yo veo a un niño bailando», dijo Emir Abdul a Clarín sobre su polémica en redes. Foto: Mariana Nedelcu

-También es cierto que todo parte de la idea de lo que hace gente perversa con esas imágenes…

-Sí, pero partiendo de ahí no deberíamos salir a la calle tampoco porque hay gente perversa suelta. Hay gente mala en todos lados. No se puede dejar de vivir. Los niños están en un lugar seguro y los padres deciden exponerlos, que es un proceso eso también. Ellos sueñan con bailar con Emilia y que los reconozcan en la calle, ¿está mal?. Cada uno debería poder expresarse como y cuando quiera.

Romper los esquemas tradicionales

-Antes se decía que ir a danza era para nenas, ¿te cuestionaron por eso?

-No. sí me llamaba la atención que no había otros niños cuando bailaba. En el ambiente de la danza nunca sentí que me discriminaran, pero sí en mi entorno. Me decían que de la danza no se podía vivir, que no podía ser bailarín por ser varón y que mi cuerpo no daba para eso. Hoy en redes sociales está muy instalado que el hombre que baila es homosexual, o que tiene que tener un trabajo serio. Pero poco a poco se va desestigmatizando.

Emir Abdul sufrió los estereotipos sociales que hay sobre los bailarines. Foto: Mariana Nedelcu.

-¿Qué buscás cambiar en tus clases respecto de lo que era el ambiente cuando estudiaste?

Siempre trato de no ver un cuerpo o un color de piel. Yo veo talento. Si una persona me genera algo y siente lo que hace, yo lo selecciono y le doy para adelante. Para mí es importante apuntar a que la comunidad de la danza siga creciendo. Cuando empecé a hacer videos, yo quería que no solamente el que bailaba los viera, sino que el que fuera verdulero, chef o jugador de fútbol los viera también y se animara a tomar una clase, que se animara a ver lo que es el arte de la danza. Porque para mí la danza sana.

-¿Hay algo que les inculques especialmente?

-Como los niños tienen tanta estimulación con las redes sociales, quieren que todo sea inmediato. Y yo hablo mucho con ellos. Es muy importante disfrutar el proceso y entender que uno se va a caer y que las cosas cuestan.

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