Daniel Zecca
La convencional Lionella Cattalini trazó un balance de la primera semana de la Convención reformadora de la Constitución provincial, que sesiona en Santa Fe. Para la diputada provincial del socialismo, Santa Fe «puede resultar un ejemplo» en la generación de consensos, «a diferencia de lo que algunos quieren mostrar a nivel nacional, que lo único que vale es la descalificación, el agravio, la confrontación permanente». También defendió la mayoría simple que se estableció para la aprobación del articulado a reformar (no se necesita el voto de la mitad más uno, como quería parte de la oposición, o una mayoría especial de dos tercios, como esperaban otros). Aunque advirtió, como dato positivo en ese mismo orden, sobre la necesidad de alcanzar el número de 36 convencionales para poder sesionar.
—¿Qué balance hacés del inicio de la convención? De esta primera semana.
—Creo que fue un arranque positivo, por supuesto teniendo en cuenta que nadie tiene experiencia en cómo llevar adelante ni participar de una Convención, pero la verdad que si comparamos con la Constitución del 94, donde la discusión del reglamento tomó muchísimas horas, más de 3 días, acá lo logramos hacer en prácticamente 8 o 9 horas. Logramos designar autoridades, que haya muchos sectores representados, que se vote un reglamento y que se haga por unanimidad, y además ponernos de acuerdo en las comisiones y conformarlas y designar autoridades. Entonces creo que es un balance muy positivo de la primera semana de la Convención y ojalá mantengamos esto, que te digo que es positivo, durante los 60 días.
—Hubo un par de temas que se resolvieron con algo de polémica. Uno fue el doble voto del presidente, donde se opusieron solamente La Libertad Avanza, el espacio de Amalia Granata y una abstención, la de Rubén Giustiniani.
—Sí, exactamente. Igual no hay doble voto del presidente.
—¿En caso de empate?
—Primero se vuelve a votar sin abstenciones y después sí.
—Perfecto, pero el tema que por ahí más interesaba es de aprobar los artículos con mayoría simple. Ahí sí la oposición tuvo un poco más unida, aunque el peronismo también votó dividido. Te escuché en el debate decir que todas las constituciones reformadas en la Argentina, incluyendo la nacional del 94, se aprobaron por mayoría simple.
—Sí, es sí. En este caso se requiere una mayoría ultra especial para reformar la Constitución. Esos votos ya fueron conseguidos cuando se votó la ley de necesidad y después no hay en ningún lado establecida una mayoría en particular. Y lo que decías antes, las mayorías que se han utilizado para aprobar distintas constituciones han sido las mayorías simples. Y creo que la oposición, o algún sector de la oposición, quiero ser justa, se arroga un debate que a veces es falaz, diciendo que se puede aprobar una constitución con muy pocos votos, cuando acá estamos aprobando un quórum muy alto, que es 36, que es el mismo que se requiere para la Asamblea Legislativa. Eso garantiza que haya un piso alto y, además, esa afirmación también hablaría de que muchos legisladores estarían haciendo un juego de faltar o de levantarse de las bancas o de abstenerse al momento de votar algo tan importante como una Constitución. Creo que no va a ocurrir y que además hay sanciones en caso de que eso ocurra.
—¿Cuáles son esas sanciones?
—Las previstas en el artículo 2 del reglamento.
—Más allá de del tema técnico en el que todos nos vamos empapando un poquito más, ¿crees que es necesario explorar el mayor consenso posible? No solo porque estamos hablando de una Constitución, sino también porque venimos de procesos electorales con poca participación ciudadana, y el discurso antipolítica creciendo fuerte de la mano de LLA.
—Yo siempre creo que es necesario explorar el consenso. Me parece que sería algo que puede hacer Santa Fe en este momento. Que puede resultar un ejemplo en demostrar que se puede discutir una Constitución, que en definitiva es un proyecto de temas estratégicos, de temas de Estado, de temas de futuro, haciéndolo parte de la ciudadanía y generando consensos de acuerdos, a diferencia de lo que algunos nos quieren mostrar a nivel nacional, que lo único que vale es la descalificación, el agravio, la confrontación permanente. Creo que la diferencia es esa.
Y me parece que en ese sentido también se hizo mucho esfuerzo, una discusión de un reglamento que se tomó las horas que fueron necesarias para que se haga por unanimidad. Entonces eso es un ejemplo claro de lo que se pretende realizar en la Convención, que es discutir los temas con profundidad y en virtud de esa profundidad llegar a acuerdos.
—El otro tema que fue importante dentro de esta primera, además del reglamento y de las mayorías, es la integración de las comisiones. ¿En qué comisión participás? ¿Cómo está tu actividad a partir de ahora en la Convención?
—Integro la comisión de Justicia y la comisión Redactora.
—¿La comisión Redactora es la que recibe todos los despachos de las otras comisiones y se encarga de elaborar el texto final?
—Sí. Exactamente.
—Bueno, Justicia obviamente es un tema que siempre estás al tanto y llevás mucho esa agenda.
—Sí, tal cual.
—En la agenda de esa comisión está la autonomía del MPA, de la Defensoría, el aumento de miembros de la Corte, entre otros temas, una agenda cargada.
—La autonomía del Ministerio Público de la Acusación, del Servicio Público de la Defensa, la designación de magistrados, de fiscales y defensores, así como la sanción o la destitución en su caso si correspondiere, la conformación de la Corte, las funciones de la Corte… Creo que son temas muy importantes, que son complejos, que son profundos, pero que hacen al funcionamiento integral del Estado y también a tener una Justicia que en definitiva va a ser la garante de todo lo que escribamos.
Estamos ahí, porque estoy segura de que vamos a llegar a un muy buen puerto, a un muy buen texto constitucional, con la incorporación de muchos derechos, de principios y de garantías, pero que tenemos que tener la seguridad de que va a haber una institución que sea capaz de garantizar todo eso que decimos.
—¿Cómo vislumbrás la búsqueda del consenso en esa comisión?
—Seguramente va a haber temas polémicos, por supuesto, porque son temas muy debatidos, tanto la autonomía del Ministerio Público como la forma en que designamos y cómo destituimos a los funcionarios judiciales. También es un tema muy debatido, ¿cuánto tiempo duran los jueces de la Corte? También es un tema debatido, entonces creo que va a ser una comisión donde haya mucho debate.
Venimos con muchas personas de lugares totalmente distintos y con pensamientos distintos o de historias diferentes, pero yo confío en que vamos a lograr sintetizar una posición que de una manera respetuosa tenga en claro que estamos viendo un poder del Estado, un poder muy importante, otros órganos que tienen que funcionar muy bien, y que lo tenemos que hacer pensando en el futuro de la provincia.