En el mundo de la televisión, las internas no son novedad. Pero cuando los rumores pasan del detrás de escena a los micrófonos, todo toma otra dimensión. Esta vez, el foco está puesto en el ciclo «Lape Club Social», que se emite por América, y la tensión que, según trascendió, existe entre Mauro Szeta y Sergio Lapegüe.
El periodista de policiales se habría convertido, sin quererlo (o no), en una figura clave dentro del programa. Así lo explicó Enzo Aguilar en el programa radial de Beto Casella, al detallar cómo, en ausencia de Lapegüe, Szeta no solo tomó las riendas del ciclo, sino que incluso habría tenido una muy buena recepción por parte de la producción.
«En el programa de Lapegüe comenzaron a funcionar los policiales. ¿Y quién está a cargo de eso? ¡Mauro Szeta! Entonces, durante cuarenta y cinco minutos, él tiene el programa a su cargo», explicó Aguilar sin miedo a pronunciar su postura.
Pero lo que llamó la atención fue lo que agregó después: “Cuando se enfermó Sergio, ¿a quién pusieron de conductor? A Szeta. Además, dicen que Mauro cobraría más que Lapegüe y que gustó mucho su desempeño. Tanto, que estarían pensando en una forma elegante de desplazar a Sergio”.
Es así que Beto Casella se sumó a la polémica con el estilo irónico que lo caracteriza. En su programa Bendita, el conductor no se guardó nada: “Mauro Szeta, como es experto en policiales, te serrucha el piso con guante de látex. ¡Acá bancamos a Lape! Si no, el programa se va a llamar ‘La pegada en el culo que le pegó Szeta’”.
La frase generó revuelo, tanto en redes como entre los televidentes que siguen de cerca las novedades del canal. No es la primera vez que surgen versiones de recambio en la pantalla chica, pero esta vez, el humor negro y la precisión quirúrgica con la que Casella lanzó su comentario le pusieron más leña al fuego.
Mientras tanto, desde América no hicieron declaraciones oficiales al respecto. Lapegüe sigue al frente del programa, pero los ojos están puestos en cada movimiento de la producción. ¿Habrá cambios en el corto plazo? ¿O todo quedará en una anécdota más del detrás de cámara?