Como director de Poliarquía, Alejandro Catterberg suele tener contacto con inversores. Clarín lo consultó por qué, pese a la estabilización económica, aún no se ven resultados claro en este sentido. Y él relacionó más con el mundo de la política que de las finanzas.
«Hay una preocupación, si se quiere, por el tema de la acumulación de reservas del Banco Central. Y una necesidad de que baje el Riesgo País, sobre todo para que el año que viene el Gobierno puede volver a los mercados y ‘rolear’ la deuda. Pero las principales dudas siguen siendo políticas», arranca Catterberg.
Y sigue: «En este sentido el Gobierno necesita conseguir una victoria contundente en octubre, para seguir avanzando con las reformas en la segunda mitad de su mandato. Aún cuando no consiga las mayorías en el Congreso».
Por eso, el analista sugiere que el oficialismo se concentre en hacer alianzas, incluso para las elecciones locales, y poder mostrar fortaleza en las urnas. «Como hizo en Chaco», citó como ejemplo.
Para Catterberg, es un error priorizar la consolidación del sello de La Libertad Avanza, como sugieren Karina Milei y los Menem (Martín y Lule). Considera más importante aliarse con fuerzas y gobernadores y así encadenar una serie de triunfos, y no entorpecer la relación con actores de los que luego dependerá en el parlamento.
En esa lógica, por ejemplo, menciona al próximo comicio para gobernador en Corrientes, previsto para el 31 de agosto. Catterberg cree que allí es mejor para los libertarios subirse a un triunfo del radicalismo que hoy lidera Gustavo Valdés, en lugar de ir con una propuesta propia, por fuerza, que corre el riesgo de quedar en tercer lugar.
«Claramente dentro del Gobierno hay una línea que propone la construcción territorial de la marca del partido, y la instalación de figuras nuevas en cada provincia que tengan potencialidad de competir. Pero eso genera dos problemas: el primero es el de la conflictividad política que genera con los gobernadores, los cuales han estado colaborando durante este año y medio. Y necesitás que sigan colaborando porque el Gobierno no va a tener nada cercano a mayorías en el Congreso», agrega.
Y concluye: «El segundo problema es el número de votos que La Libertad Avanza puede sacar individualmente si se presenta sin alianza, que es claramente menor que el que saca si genera acuerdos. Creo que el Gobierno necesita mostrar la mayor cantidad de triunfos provinciales y la mayor cantidad de votos para mandar un mensaje de solidez muy profundo, un mensaje que se interprete como que la sociedad acompaña este proceso de cambio. Eso le daría un empuje al Gobierno para poder salir a los mercados el año que viene y evitar ruidos en su programa económico».