LA PLATA.- El peronismo se reúne este mediodía para ratificar, junto a partidos aliados al último frente electoral, la estrategia a desarrollar por la libertad de Cristina Kirchner, la expresidenta presa en su domicilio por una condena judicial a seis años de prisión.
La foto será una muestra de poder hacia la interna del peronismo: estará el PJ, Kolina, Nuevo Encuentro, entre otros de los actores del frente que formó Unión por la Patria en 2023. Sin embargo, no estará presente Axel Kicillof.
El gobernador de la provincia de Buenos Aires llamó el lunes por la noche a una mesa de unidad con todos los sectores de Unión por la Patria para cerrar listas de cara a los comicios del 7 de septiembre.
Esa reunión unidad para fortalecer un frente electoral “sin vetos”, que Kicillof esperaba se concrete antes del desembarco del presidente Javier Milei ayer en la ciudad de La Plata, nunca se concretó.
En cambio el Partido Justicialista, que responde a Cristina Kirchner se reunirá hoy con mayoría de protagonistas de La Cámpora y del peronismo bajo la conducción de Máximo Kirchner.
Con el calendario electoral en tiempo de descuento para el cierre de alianzas, que vence el 9 de julio, Kicillof asignó el día de hoy a hacer campaña por el interior de la provincia de Buenos Aires: visita primero Chascomús y luego San Cayetano y finalmente General Pueyrredón.
Ayer mientras Milei copaba con todo su gabinete la ciudad de La Plata, Kicillof se mostró en la ciudad de Ensenada, considerada la cuna de peronismo, en la tercera sección electoral.
Lo cierto es que Kicillof esperaba tener avanzada la unidad a la que aspira antes del desembarco de Milei. Y encontró dilaciones por parte de los socios que responden a Máximo Kirchner y Sergio Massa. Por estas horas esos dos espacios mantienen diálogo más fluido entre sí de cara al cierre de alianzas. A la reunión de hoy concurrirá Rubén Eslaiman en representación de Masssa.
Kicillof hace equilibrio para bregar por la unidad pero mostrarse como un espacio autónomo. Y estos gestos de autonomía y liderazgo irritan al kircherismo puro.
La semana que pasó marchó junto a alcaldes, movimiento sociales y centrales obreras del Movimiento Derecho al Futuro para denunciar la proscripción de la expresidenta quedará detenida seis años con prisión domiciliaria. La marcha fue una demostración de fuerza hacia adentro, más que una declaración hacia afuera. Un gesto hacia la mesa de unidad: Kicillof se mostró como un actor con fuerza de movilización e identidad propia dentro del conglomerado frente a la Plaza de Mayo.
Evitó posicionarse como adlátere de Máximo Kirchner, y buscó mostrarse como un diferente dentro del mismo espacio, ahora movilizado por la centralidad de la expresidenta.
El mandatario provincial, que es desconocido y relegado a un segundo plano por Máximo Kirchner en los actos de apoyo a Cristina, a su vez se posiciona como par e interlocutor de la expresidenta, no de su hijo en este momento de centralidad del diputado nacional por la provincia de Buenos Aires.
Sus dos dialogos con Cristina Kirchner antes de su detención domiciliaria selló la base para una mesa de negociación que se demora, y a la que no asistirá personalmente.
Kicillof dejó saber que designará alcaldes y ministros en su representación, para acordar condiciones antes que nombre de las listas que cierran el 19 de julio.
Algunos de los intendentes más afines al gobernador podrían participar del encuentro del PJ en la calle Matheu, tal como ya sucedió tras la detención de Cristina Kirchner.
“Es una reunión por la causa de Cristina libre. No es una reunión electoral”, se aseguró al lanzar la convocatoria desde el kirchnerismo. De modo tal que aún sin Kicillof podrían registrarse un inicio de conversaciones informales.
El encono en las cúpulas es tal entre Kicillof y Máximo Kirchner, que pese al anuncio del gobernador de no vetar una candidatura de Kirchner como reemplazo de la expresidenta en la tercera sección electoral aún persisten diferencias que dilatan un avance más formal en la negociación de un frente electoral.