miércoles, mayo 7, 2025

Federico Pastrana: «La pauta salarial del gobierno comenzó a ser conflictiva»

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Producto del fracaso del anterior esquema cambiario, la estrategia del gobierno nacional en materia de paritarias comienza a entrar en crisis. Las expectativas que impulsaron el nuevo esquema de flotación atizan la inflación. Y en ese marco, la pauta salarial a la baja que defiende la administración de Javier Milei comienza a ser una fuente de conflictividad. “Hay una encrucijada para el gobierno, que quiere que los salarios sigan aumentando al 1 % pero la realidad le está diciendo que es muy difícil”, describió el economista Federico Pastrana, director de la consultora C-P.

El centro de estudios especializado en macroeconomía y mercado de trabajo fue uno de los primeros en relevar cómo la leve recuperación que habían mostrado los salarios negociados en paritarias durante los últimos meses del año pasado, se estancó en diciembre y mutó en contracción a partir de marzo. En diálogo con el programa radial La Banda Cambiaria, explicó: “Lo que pasa en las paritarias en 2025 es muy diferente a lo que pasó en 2024; el año pasado vimos un proceso en el que los aumentos fueron decreciendo, pero la inflación acompañaba esa baja y permitía que en términos reales los salarios no bajaran con la pauta del gobierno sino que permanecieran estancados o se recuperaran”.

En esta línea, si a mitad de 2024 negociaban aumentos del 7 % mensual, ahora se negocian cerca o debajo del 2 %. “Pero ahora la inflación está arriba de 3 %, entonces cambió el carácter de la pauta salarial, que en marzo y abril empieza a ser muy conflictiva, sobre todo porque ese proceso empieza a ser generalizado”, señaló.

El gobierno, apuntó Pastrana, “está en una encrucijada” que tiene que ver con el fracaso de su programa económico anterior. “Aunque diga que es una nueva fase del mismo plan, el acuerdo con el FMI marcó un cambio en el programa, que implica más inflación y eso se empezó a ver ya en marzo cuando todos anticipaban una devaluación”, señaló.

En abril se convalidó esa expectativa, con un salto del 10 % hasta ahora. Pero el programa económico tiene bandas que hacen que el tipo de cambio puede ir hasta $1.400. “Como se puede esperar que el dólar aumente en los próximos meses, y eso implica más inflación, la pauta salarial que quería llevar adelante el 1 % mensual está vencida”, sentenció el economista. Si la quiere sostener, agregó, “necesariamente va a caer el salario real porque la inflación no va a ir a uno pero además va a convalidar la caída que ya se dio”.

El salario, en la encrucijada

Desde su punto de vista, lo esperable sería que el gobierno habilite algún tipo de renegociación o aumento pero “la verdad es que eso está por verse, con lo cual se abre una encrucijada para el gobierno, que quiere que los salarios sigan al 1 % pero la realidad está diciendo que es muy difícil”. Se trata, subrayó, de “un escenario inédito para el gobierno” ya que “por primera vez tiene un esquema de pauta salarial rígida con caída de salario real” desde la contracción inicial que se produjo fruto de la devaluación de diciembre de 2023.

En 2024, después de una caída muy grande al inicio, se registró una recuperación salarial a partir del segundo semestre. Este movimiento, aclaró Pastrana, no oculta que el ingreso de los trabajadores quedó en el nivel más bajo de los últimos 15 ó 20 años. “Lo que pasó es que los salarios se negocian cada tres meses y, como la inflación venía bajando, de repente un aumento del 6 % pactado a tres meses se cruzó con un IPC que pasaba del 6 % al 4 %”, explicó. Esto fue así hasta que la renegociación en base a una pauta que bajaba nominalmente se topó con un ritmo inflacionario que se estancó en el 2 % a 3 % durante seis meses. Y que en marzo se fue directamente al 3,7 %. Así, del estancamiento se pasó directamente a la contracción.

“Viendo otras experiencias pasadas, hay que saber que los acuerdos salariales tienen muchas formas de esconder aumentos; es decir, se anuncia una suba del 1 % pero en realidad puede ser mayor por distintos mecanismos, como las sumas fijas, los aumentos extra que después se suman al básico y las sumas fijas proporcionales”, describió. Y abundó: “Estas cosas empiezan a aparecer en los convenios, lo que obliga a meterse dentro de las actas para ver lo que está sucediendo en la negociación colectiva”. De hecho, citó que alguna de estas herramientas se incluyó en las actas de la paritaria de los empleados de comercio.

El economista explicó que “en general cuando hay inflación y una clara situación de deterioro del salario real, los empresarios no son reacios a, por lo menos, recuperar la pérdida”. De hecho, “cuando hay alta inflación se generalizan conductas indexatorias como ir actualizando según el IPC”. A su juicio, el problema es que “el gobierno quiere hacer otra cosa, entonces los acuerdos tradicionales entran en colisión con la pauta de gobierno, que es muy dura”.

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